Hay que entender que la codicia es un ego que nos lleva a la perdición. La codicia o ambición nos hacen querer siempre más, más y más… nos mantienen esclavizados por el falso sentimiento de la necesidad de bienes materiales, y muchas veces nos lleva a problemas de salud por trabajar el doble para ganar más dinero, a pisar a algún compañero/a de trabajo para ascender sin importar la amistad con esa persona, a veces nos hace realizar estafas para tener más dinero, a no pagar lo justo a nuestros trabajadores para tener más nosotros, y aquí podríamos añadir un largo etc. de situaciones y formas negativas de actuar.
Debemos comprender donde se encuentran nuestras necesidades y donde empieza nuestra codicia. Ha saber que las necesidades básicas son: pan, abrigo y refugio.
Pan: Tenemos que tener suficiente para comer y alimentarnos correctamente, pero sin excesos y sin refinar la gula. Si tenemos en casa pan duro, podemos hacer migas de pan, podemos calentarlo para comerlo… no hay necesidad de tirarlo a la basura, si comemos un plato y vemos que tiene un ingrediente que no nos gusta, no es necesario tirarlo y pedir otro plato sin eso… recordemos que hay millones de hombre, mujeres, niño y niñas que no tienen ni un trozo de pan seco para ponerse en la boca.
Abrigo: Es necesidad nuestra tener ropa adecuada para verano y ropa adecuada para abrigarnos en invierno, o sea, tenemos necesidad de vestir correctamente, sin llevar ropa rota ni maloliente, pero debemos evitar la vanidad en el vestir, por ejemplo evitar de solo usar ropa de marca, porque otra no me gusta, debemos evitar tirar unos pantalones que están bien pero que han pasado de moda, etc., …, porque debemos volver a recordar que hay millones de hombres, mujeres, niños y niñas que no tienen ni un par de zapatos para protegerse los pies.
Refugio: Es de necesidad obligada y hasta en muchos países constitucional, el derecho de tener una vivienda digna donde poder vivir de forma cómoda y acondicionada. Pero el exceso en este punto es para evitar, como por ejemplo tener dos o tres casas, cambiarnos de casa a un chalet porque queremos tener solárium, jacuzzi, pista de tenis, … estos excesos son innecesarios y totalmente codiciosos, ya que debemos volver a recordar que hay millones de hombres, mujeres, niños y niñas que no tienen ni una triste cabaña para resguardarse del viento, de la lluvia, del sol, del calor, …
Debemos aprender a vivir con coherencia con el camino que hemos escogido, y ser inteligentes con la forma de administrar los bienes materiales, pues tanto la acumulación como el derroche provocan desequilibrio y en consecuencia Karma.
Recordemos la frase "no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita".
El ego nos hace esclavos de muchas cosas, mientras que el Ser nunca nos agobiará con asuntos superficiales, por eso si escogemos el Camino que nos lleva hasta el Ser, Él ya se encargará de cubrir sobradamente todas nuestras necesidades materiales y espirituales.
LA FRASE"El verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades, sino en reducirlas voluntariamente; pero para eso hace falta ser humildes." Mahatma Gandhi
Al reducir las necesidades con humildad, nos damos cuenta de lo que codiciábamos.
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