viernes, 1 de octubre de 2010

LA MENTE

La mente es energética y sutil. La mente no es el cerebro, bien demostrado está, que en estados alterados de conciencia la mente puede viajar a través del tiempo y del espacio, sin necesidad del cuerpo físico, por lo tanto sin necesidad del cerebro. El cerebro es la parte física donde está la energía mental, la mente. El encéfalo está gobernado por la mente, pero la mente no está gobernada por el encéfalo. El encéfalo es el instrumento de las emociones y de la conciencia, pero no produce emociones ni conciencia.

Por lo tanto, el cerebro no piensa, es la mente quien piensa. La mente tendría que ser un instrumento de la conciencia, pero por desgracia, en la actual humanidad no lo es. Los pensamientos que nos invaden son muchos dependiendo del Yo que se exprese en un momento concreto, así pues cuando la ira aparece en nosotros, ese Yo piensa y nos hace hacer y/o decir cosas que la conciencia no haría, por eso, suele pasar que después de reaccionar con ira, nos solemos arrepentir de lo dicho o hecho. También, cuando el Yo del celo aparece, porque otro u otra intenta enamorar a la chica o chico que a nosotros nos gusta, éste Yo del celo se pone en nuestra mente, y empieza a tomar acción, por ejemplo con pensamientos negativos. Así pues, nos damos cuenta que el ser humano tiene varias mentes, dependiendo del Yo que esté activo en ese momento.

Somos títeres de estos Yoes, de estas mentes que se han agregado a nuestra conciencia, a nuestra parte Divina y Celestial. Debemos tomar las riendas, y saber que este cuerpo físico que tenemos es un traje en donde la conciencia, la esencia de Dios en nosotros se ha alojado, pero por desgracia, otras entidades también se han alojado aquí, y por eso debemos ir tomando y abriendo conciencia, para reconocer a los agregados e ir eliminándolos de nuestra psiquis.

Una vez eliminados los agregados indeseables de nuestra psiquis, se nos abrirá la puerta de la iluminación, podremos seguir el camino para encarnar a nuestro Verdadero Ser, que es nuestro Dios en nosotros, y esto, es realmente maravilloso.

MEDITACIÓN: COMPRENDER PENSAMIENTOS

Una buena forma de saber los pensamientos que hay en nuestra mente, es encontrarlos, analizarlos, estudiarlos y comprenderlos. Así éstos los podremos ir eliminando, una vez llegado a la comprensión del pensamiento y del pensador. En cada momento de odio, ira, estrés, etc., un Yo empieza e pensar, o sea, aparece un pensador agregado a nuestra psiquis, y este pensador empieza a pensar... entonces, vamos a buscar estos pensamientos y a sus pensadores.

- Buscamos un lugar cómodo, tranquilo, con luz tenue, sin que nadie ni nada nos moleste. Podemos encender una vela, un incienso e inclusive algo de música clásica. Nos sentamos en una silla o un cómodo sillón de ese lugar y empezamos a relajar nuestro cuerpo, quitándonos las tensiones externas e internas.

- Tomamos conciencia del objetivo de la meditación: Encontrar la paz y la tranquilidad en la mente.

- Observamos detenidamente todo lo que ocurre en la mente y vamos contemplando cada uno de los pensamientos, pero sobretodo, sin identificarnos con ellos.

- Se irán procesando asociaciones de ideas e imágenes.

- Tomamos el propósito firme de no pensar, pero veremos que hay entidades que no desean obedecer (agregados). Estas entidades son las que provocan un pensamiento continuo que nos quita la paz interior. Recordemos, que detrás de cada pensamiento, siempre hay un pensador.

- Ahora, vamos a tratar de descubrir quien es el que piensa, el propósito que tiene tal pensador, por qué tal pensador se obsesiona con estas escenas que nos muestra en nuestra mente, etc. Hay que llegar a la comprensión de dicho pensamiento, y podemos ayudarnos buscando el lado opuesto del pensamiento, confrontarlo y así llegaremos a ver lo vano e ilusorio del mismo.

- Después de este estudio conciente y con la paz que produce la comprensión del pensamiento, simplemente se debe disolver dicho pensamiento.

- Así, se hará pensamiento tras pensamiento, o durante un tiempo que cada uno crea oportuno. Lo más seguro es que no podamos comprender cada pensamiento en una meditación, ya que pensamientos hay muchos, tantos como agregados tengamos. Así que con paciencia, iremos realizando este tipo de meditación de forma regular, pero sin obsesionarnos.

- En el momento de dar por finalizada la meditación, iremos tomando conciencia del lugar donde nos encontramos, haciendo unas respiraciones profundas e ir moviendo suavemente los dedos de las manos, de los pies, ..., y finalmente y con lentitud iremos abriendo los ojos.

LA FRASE

"Nadie más que uno puede liberar su mente de la esclavitud" Bob Marley

La liberación interior es posible, tan solo debemos aquietar y silenciar nuestra mente.


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